¿Qué hacer cuando recibimos una ‘mala’ noticia? Las opciones son muchas y de las más variadas. Aunque también deberíamos definir que sería algo ‘bueno’ o ‘malo’ (no es el caso), en esta nota queremos compartirles la historia de una joven argentina de 23 años, que se enfrentó a una de esas situaciones indeseadas como lo es una enfermedad.
“Es increíble que el año pasado me daban una semana de vida. Hacía una cuadra y me desmayaba por la anemia. Vivía internada, con transfusiones de sangre, etc. Hoy estoy compitiendo en aguas abiertas y entreno todos los días, a veces en doble turno por día.
Agus 1 – Cáncer 0”.
La autora de este tuit viral es Agustina Ávila (@_1AgusAvila). Una nadadora cordobesa que viene superando sus dificultades desde hace tiempo, con un empuje digno de admiración. Batalla contra un cáncer uterino que, hasta no sufrir una fuerte hemorragia, no lo habían detectado.
“Tenía sangrados fuera de mis periodos y cada vez que iba a controlarme me decían que no tenía nada. Hasta que fui a la psiquiatra porque pensé que me estaba volviendo loca. Un año antes había fallecido mi hermano y pensé que todo podía ser ocasionado por el estrés. Por suerte, la médica me mandó hacer controles antes de iniciar el tratamiento, saqué los turnos, pero el día previo a un estudio tuve una fuerte hemorragia… ¡Me fui en sangre!”, relató. Tras una tomografía, se constató lo que venía padeciendo.
La Fuerza Invisible
En el caso de Agustina, claramente apareció una complicación médica en su vida. Sin embargo, hay veces que nuestra traba o desafío a resolver viene desde nuestra mente. Tenemos pensamientos limitantes o situaciones deportivas que nos hacen dudar de nuestro potencial, como una derrota, un ‘fracaso’ deportivo, un entrenador exigente o un contexto hostil para el desarrollo del deporte.
Albert Einstein, para muchos el mayor científico de la humanidad, inmortalizó una frase que podemos relacionarla con la idea que queremos transmitir:
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”.
El coaching deportivo tiene las herramientas necesarias para romper con las barreras mentales que nos aquejan y potenciar la voluntad, para convertirla en esa fuerza motora que alabó Einstein.
Agustina estuvo internada cinco meses, período en que la pasó muy mal. Su vida corrió serios riesgos cuando su nivel de hemoglobina bajó a tres (lo ideal es entre 12 y 15).
“Pero acá rendirse no es opción”
Publicó al recibir el alta tras superarse una vez más. Y aquí comenzaba la nueva etapa.
“La radiación, la quimio y los demás tratamientos liquidaron mi vejiga, el colon y comencé a tener hemorragias constantes. Así como me trasfundían sangre, la perdía. Cada vez que iba al baño me iba en sangre. En medio de esta situación, por momentos aterradora, dejó de funcionarme un riñón y me hicieron una nefrectomía. Necesitaba urgente un tratamiento, pero la droga prescripta no ingresaba al país debido a la pandemia. ¡Estaba aterrada! Por suerte, los médicos se pusieron mi caso al hombro y pronto estudiaron otra solución y vieron qué hacer para ayudarme a estar mejor. Así comencé el tratamiento de cámara hiperbárica (es el uso médico del oxígeno puro al 100% en una cámara presurizada) que me ayudó un montón”.
“En agosto de 2021 ya me sentía mejor y quise volver a entrenar en el gimnasio, pero llegó la ola de ómicron y tuve miedo de contagiarme COVID, porque en el lugar también hacía mucho calor y el cambio de temperatura no hubiera sido bueno. Un poco angustiada, se lo comenté a mi mamá -mi gran apoyo emocional- y con total simpleza, dijo: ‘¡Y volvé a nadar! ¿Cuál es el problema?’… ¡No había problema en nadar! El problema era que no quería ilusionarme y luego no poder respirar y tener que dejar. Pero no tenía nada que perder y esta vez asumí el reto”, rememora.
Agustina ama nadar y sus amigos nadadores la incentivaron a que pueda hacerlo. Además, le contaron sobre la competición que se estaba organizando y, pese a las dudas, se animó y se preparó hasta llegar al día del torneo de Aguas Abiertas.
¡No limites tus retos, reta tus límites!
“Me tiré y salí enojadísima porque había tragado mucha agua, no veía las boyas mientras nadaba y la había pasado muy mal… Me enojé y me fui. Al rato, se acerca una chica y me pregunta: ‘¿vos sos Agustina Melina?’, le digo que sí y le pregunto por qué. Entonces me dice: ‘¡Loca, saliste primera!’”. No lo podía creer”, recuerda.
Desde el coaching deportivo, creemos que cuánto más nos conozcamos internamente, mejor nos potenciaremos exteriormente. Por ello, constantemente les compartimos información de utilidad para desarrollarnos, crecer y mejorar en todos los aspectos necesarios para encontrar la plenitud de la vida y del deporte que desarrollamos. La ayuda y guía de un coach deportivo puede ser clave.
“El cáncer está controlado. Lo que se me complicó mucho fueron otros órganos a causa de los tratamientos, pero estoy bien y controlando las secuelas. Apostando a la vida, como siempre”, finalizó Agustina, levantando aún más la vara de la superación personal y mostrando como nadie esa Fuerza Invisible que es la voluntad.
El ejemplo de Agustina nos invita a creer que, a pesar de vivir situaciones muy difíciles, podemos superarlas y lograr lo que deseamos, y más en la vida deportiva.
Un coach puede ser el puntapié inicial para potenciar tu carrera, para recuperar la confianza, para sentirte seguro y alcanzar tus metas a corto, mediano y largo plazo.
¡Te invitamos a que nos conozcas!
POR MATÍAS SOSA MANCINI de NP DEPORTIVO para PRESSCOACHING