Quiero contarte la historia de un milagro reciente. O, mejor dicho, de una sucesión de milagros.
A comienzos de este año a mi madre le encontraron un tumor cancerígeno en el pulmón. Algunos sabrán que este tipo de diagnósticos generan una revolución emocional. Tanto en el paciente como en el núcleo familiar.
Luego del impacto inicial interpreté que la vida me estaba regalando la oportunidad de reinventar el vínculo con mi madre. Soy hijo único y soy un convencido de que el AMOR ayuda a sanar. De modo que me pregunté cómo podría aumentar mis dosis de amor hacia ella.
Las historias que merecen ser contadas
Recordé un libro que había empezado a leer hace algunos años y no terminé. La historia de una hija que acompañó el proceso de sanación de su padre diagnosticado con cáncer. Y se me ocurrió empezar a compartir la lectura de ese libro con mi madre.
El inicio de las visitas para leer juntos coincidió con el comienzo de la segunda edición de mi Taller de Escritura Persuasiva para Coaches y Emprendedores. En mi primera lectura me sorprendí con la introducción del libro y le dije a mi madre: «Esto tengo que compartirlo con los participantes del taller».
Desde entonces abro cada taller compartiendo el siguiente texto:
“La sociedad actual intenta alejarnos del misterio y conducirnos a los dominios del control, resaltando e imponiendo modelos de éxitos o fracasos basados en hechos, realizaciones, logros o adquisiciones siempre materiales y mensurables.
Cada uno de nosotros tiene una historia, y al intentar contarla lo hacemos según esos patrones impuestos. Pero nuestra verdadera historia tiene que ver con quiénes somos, con nuestra sensibilidad, con la aceptación y comprensión que vamos ganando día tras día al despertar a una nueva conciencia capaz de transformarnos. Y cuando alguien se transforma, su historia misma es transformada. Es en ese espacio de cambio donde aparece la sanación, aquella que todos buscamos, a veces sin darnos cuenta.
Estoy plenamente convencida de que en nuestro interior reside una gran sabiduría que aflora cuando logramos transmitir estas historias en voz alta con sentimiento y sensibilidad.
Escucharlas o leerlas nos puede ayudar a sanar. Ellas actúan como un espejo y nos despiertan a una fe profunda al percibir que podemos ser héroes. Al vernos reflejados descubrimos con ojos nuevos que es posible utilizar el sufrimiento como una puerta para transformarlo en un proceso altamente creativo.
Las historias que sanan y merecen ser contadas son aquellas que muestran cómo nos hemos ido transformando mientras enfrentábamos las pruebas y adversidades que nos presentaba la vida. Es de esta manera que adquieren su verdadero valor.
Escuchando o contando historias que merecen ser contadas aprendemos lo que nos hace semejantes, lo que nos une y nos ayuda a trascender el aislamiento que nos separa de los otros o de nosotros mismos.
Contar estas historias nos puede ayudar a sanar.”
Fragmento de: Stella Maris Maruso. “El laboratorio del alma”. Apple Books.
El AMOR puede hacer milagros
El milagro ocurrió antes de terminar la lectura del libro: a mi madre la operaron el 3 de octubre y la historia tiene final feliz.
He tenido la fortuna de vivir otros milagros. Por eso hablo al principio de esta nota de una «sucesión de milagros». Y estoy seguro que cuando nos detenemos a mirar a nuestro alrededor podemos apreciar muchos otros milagros cotidianos.
Creo, al igual que la autora del texto que te compartí, que todos tenemos historias que merecen ser contadas. Historias para que otros puedan verse reflejados; historias que pueden inspirar a otros o ayudarlos a sanar. Por eso quiero animarte a que escribas la tuya. Y si no sabes cómo empezar, aquí tienes a un servidor que puede ayudarte.