La FICOP Federación Internacional de Coaching Ontológico Profesional, surgida en 2015, nuclea a las Asociaciones de Coaching Ontológico de diversos países. Alineados con la misión de difundir esta práctica profesional alrededor del mundo han creado un nuevo Área de Prensa que lidera Fernando Girasol, Periodista y Senior Coach Ontológico Profesional.
En el marco de dicha inauguración conversaron Fernando Hindi, Presidente de la FICOP, y su homónimo, sobre la actividad de la FICOP.
La misión de la FICOP
Integrar y representar en el mundo a Organizaciones y Coaches Ontológicos comprometidos con el desarrollo sustentable de la Profesión sobre los pilares de la ética, el rigor conceptual y la capacidad eficaz de transformación.
¿Qué es el Coaching Ontológico?
La palabra Coaching se escucha cada día en forma más frecuente y en diversos ámbitos. Pertenece al idioma inglés y significa «Entrenamiento». Surgió en el ámbito de los deportes donde el coach es el director técnico que le indica a los jugadores cómo alcanzar una mejor performance.
Esta practica se extendió luego a empresas y organizaciones, al tiempo que se vió enriquecida por otras miradas y filosofías, dando origen a un nuevo paradigma llamado Coaching Ontológico.
“El coaching como fenómeno es la habilidad de despertar sensibilidad en el otro sobre las conversaciones que lo convierten en quien es y el efecto que esas conversaciones tienen en su vida. De esa forma coach y cliente co-crean mundos de posibilidad que antes no existían”.
Dr. Fernando Flores
¿Cuál es el origen?
La historia del Coaching Ontológico comenzó a gestarse hace miles de años en la antigua Grecia. Uno de sus precursores fue Sócrates. El filósofo utilizaba con sus discípulos un método que promovía el empleo de la conversación para llegar al conocimiento.
Sócrates conversaba con sus discípulos y a través de preguntas lograba sacar a relucir los conocimientos que tenían en su interior. A ese método lo llamó Mayéutica, que en griego significa partera, para simbolizar que de ese modo ayudaba a dar a luz nuevas ideas o conceptos que hasta ese momento habían permanecido ocultos. Esto nos habla de preguntas profundas, que invitaban a la reflexión y a una búsqueda interior. A esto nos referimos cuando hoy hablamos de preguntas poderosas.
Ese mismo método, el de hacer preguntas poderosas, es el que utilizamos en el modelo de Coaching Ontológico para descubrir las respuestas que están en el interior de cada persona.
Otros aportes y fundamentos
Enfoques científicos como la física cuántica (David Bohm y Fritjof Capra), la biología del conocimiento (Francisco Varela y Humberto Maturana), el pensamiento sistémico (Heinz von Foerster), ciertas corrientes filosóficas (a partir de Heidegger), la lingüística (a partir de Austin), ciertas corrientes psicológicas (Constructivismo, Gestalt, Logoterapia), el management moderno (Peter Senge, Stephen Covey, Fred Kofman) han contribuido al surgimiento de una nueva interpretación del Ser Humano que confluye en el Coaching Ontológico.
La Escuela de Santiago
Un grupo de biólogos e investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, entre quienes podemos mencionar a Francisco Varela, Humberto Maturana, Susana Bloch, Rolando Toro y Claudio Naranjo entre otros, constituyeron uno de los movimientos más vitales e innovadores del pensamiento chileno durante los años sesenta e inicios de los setenta. Gregory Bateson el epistemólogo norteamericano fundador de la célebre Escuela de Palo Alto, entusiasmado por la potencia y la calidad de la reflexión y los trabajos de este grupo, propuso llamarlo la Escuela de Santiago, como un centro hermano de la escuela de California. Allí desde la Biología asumieron el legado de Bateson y se hicieron cargo de inquietudes que hasta el momento la ciencia había dejado sin respuestas: ¿Cuál es la organización de un ser vivo? ¿Cuál es la organización de nuestro sistema nervioso? ¿Cuál es la organización de lo social?
El golpe de estado de 1973 en Chile significó un quiebre radical en el desarrollo de esa corriente de investigadores, provocando el exilio de varios de ellos y su dispersión en universidades y centros de investigación de Europa y Estados Unidos. Algunos de ellos siguieron encontrándose y colaborando en publicaciones y proyectos de investigación. Tal es el caso del ingeniero civil y político Fernando Flores, quien se estableció en Palo Alto, California y donde se encontraría con su coterráneo, y también exiliado, Julio Olalla.
Durante su residencia en el exilio, Flores obtuvo su doctorado en Lenguaje de la Universidad de Berkeley. En su pensamiento han influido la ontología de Heidegger, la filosofía del lenguaje de Searle-Austin y la hermenéutica de Gadamer. En su libro Conversaciones para la acción, plantea que gran parte de la coordinación humana ocurre a través de los pedidos, los ofrecimientos, las promesas y del cumplimiento de los compromisos entre las personas. Y ofrece un marco para desarrollar las habilidades que nos permiten construir confianza, coordinar nuestros compromisos de manera más efectiva, escucharnos y construir redes de compromisos con el objetivo de generar valor para nosotros, para nuestras familias, para las organizaciones en las cuales participamos, para nuestras comunidades y para el mundo entero. (Extractos del libro Desayunando Coaching: Una introducción a la práctica que transforma personas y equipos (Spanish Edition) by Amazon Digital Services LLC)