La palabra Coaching se escucha cada día en forma más frecuente y en diversos ámbitos. Pertenece al idioma inglés y significa «Entrenamiento». Surgió en el ámbito de los deportes donde el coach es el director técnico que le indica a los jugadores cómo alcanzar una mejor performance.
Esta practica se extendió luego a empresas y organizaciones, al tiempo que se vió enriquecida por otras miradas y filosofías, dando origen a un nuevo paradigma llamado Coaching Ontológico.
“El coaching como fenómeno es la habilidad de despertar sensibilidad en el otro sobre las conversaciones que lo convierten en quien es y el efecto que esas conversaciones tienen en su vida. De esa forma coach y cliente co-crean mundos de posibilidad que antes no existían”.
Dr. Fernando Flores
¿Cuál es el origen?
La historia del Coaching Ontológico comenzó a gestarse hace miles de años en la antigua Grecia. Uno de sus precursores fue Sócrates. El filósofo utilizaba con sus discípulos un método que promovía el empleo de la conversación para llegar al conocimiento.
Sócrates conversaba con sus discípulos y a través de preguntas lograba sacar a relucir los conocimientos que tenían en su interior. A ese método lo llamó Mayéutica, que en griego significa partera, para simbolizar que de ese modo ayudaba a dar a luz nuevas ideas o conceptos que hasta ese momento habían permanecido ocultos. Esto nos habla de preguntas profundas, que invitaban a la reflexión y a una búsqueda interior. A esto nos referimos cuando hoy hablamos de preguntas poderosas.
Ese mismo método, el de hacer preguntas poderosas, es el que utilizamos en el modelo de Coaching Ontológico para descubrir las respuestas que están en el interior de cada persona.
Otros aportes y fundamentos
Enfoques científicos como la física cuántica (David Bohm y Fritjof Capra), la biología del conocimiento (Francisco Varela y Humberto Maturana), el pensamiento sistémico (Heinz von Foerster), ciertas corrientes filosóficas (a partir de Heidegger), la lingüística (a partir de Austin), ciertas corrientes psicológicas (Constructivismo, Gestalt, Logoterapia), el management moderno (Peter Senge, Stephen Covey, Fred Kofman) han contribuido al surgimiento de una nueva interpretación del Ser Humano que confluye en el Coaching Ontológico.
La Escuela de Santiago
Un grupo de biólogos e investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, entre quienes podemos mencionar a Francisco Varela, Humberto Maturana, Susana Bloch, Rolando Toro y Claudio Naranjo entre otros, constituyeron uno de los movimientos más vitales e innovadores del pensamiento chileno durante los años sesenta e inicios de los setenta. Gregory Bateson el epistemólogo norteamericano fundador de la célebre Escuela de Palo Alto, entusiasmado por la potencia y la calidad de la reflexión y los trabajos de este grupo, propuso llamarlo la Escuela de Santiago, como un centro hermano de la escuela de California. Allí desde la Biología asumieron el legado de Bateson y se hicieron cargo de inquietudes que hasta el momento la ciencia había dejado sin respuestas: ¿Cuál es la organización de un ser vivo? ¿Cuál es la organización de nuestro sistema nervioso? ¿Cuál es la organización de lo social?
El golpe de estado de 1973 en Chile significó un quiebre radical en el desarrollo de esa corriente de investigadores, provocando el exilio de varios de ellos y su dispersión en universidades y centros de investigación de Europa y Estados Unidos. Algunos de ellos siguieron encontrándose y colaborando en publicaciones y proyectos de investigación. Tal es el caso del ingeniero civil y político Fernando Flores, quien se estableció en Palo Alto, California y donde se encontraría con su coterráneo, y también exiliado, Julio Olalla.
Durante su residencia en el exilio, Flores obtuvo su doctorado en Lenguaje de la Universidad de Berkeley. En su pensamiento han influido la ontología de Heidegger, la filosofía del lenguaje de Searle-Austin y la hermenéutica de Gadamer. En su libro Conversaciones para la acción, plantea que gran parte de la coordinación humana ocurre a través de los pedidos, los ofrecimientos, las promesas y del cumplimiento de los compromisos entre las personas. Y ofrece un marco para desarrollar las habilidades que nos permiten construir confianza, coordinar nuestros compromisos de manera más efectiva, escucharnos y construir redes de compromisos con el objetivo de generar valor para nosotros, para nuestras familias, para las organizaciones en las cuales participamos, para nuestras comunidades y para el mundo entero.
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El término Coaching y la Ontología del Lenguaje
Julio Olalla cuenta que por aquellos años de conversaciones con Fernando Flores sucedió que en ocasión de estar facilitando un entrenamiento en una sala una mujer le dijo “yo quiero que me haga Coaching como le hizo a esa persona”. Por ese entonces la palabra Coach era de uso exclusivo en el mundo del deporte para referirse a los entrenadores. De modo que podríamos situar allí el comienzo del uso de la palabra Coaching para denominar a esas intervenciones desde el lenguaje tal como las conocemos hoy.
A fines de la década de los 80, el sociólogo y Doctor en Filosofía, Rafael Echeverría comienza a trabajar con Fernando Flores. En 1989, Flores anuncia su decisión de volcarse por entero hacia la consultoría de negocios y de distanciarse del trabajo de elaboración teórica y filosófica. En 1990, Echeverría renuncia al trabajo que realizaba con Flores, buscando crear condiciones para retomar y completar lo que él consideraba inconcluso. Allí comenzó un trabajo de síntesis y articulación. El resultado de ese trabajo fue el libro Ontología del lenguaje, publicado en 1994. Si bien Echeverría ya había acuñado el término “ontología del lenguaje” en algunos escritos privados utilizados en sus programas de formación, tal nombre sale a la luz con el lanzamiento del libro.
Por ese entonces Julio Olalla y Rafael Echeverría dan comienzo a las primeras formaciones de “Coaches Ontológicos” en los Estados Unidos.
La primera formación tuvo lugar en 1991 en los EEUU, y la llamaron “The Mastering of the art of Coaching”.
Postulados del Coaching Ontológico
El Coaching Ontológico plantea un posicionamiento filosófico que nos abre a una comprensión del fenómeno humano y que se expresa en los siguientes postulados y principios.
1- Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos.
2- El Lenguaje es generativo,
3- Los seres humanos se crean así mismos en el lenguaje y a través de él.
Principios del Coaching Ontológico
1- Principio del observador: No sabemos cómo son las cosas, sólo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos.
2- Principio de la acción: No sólo actuamos de acuerdo a como somos, también somos de acuerdo a como actuamos. La acción genera ser.
3- Principio del sistema: La acción de toda entidad resulta de su propia estructura y de la estructura del sistema en el que se desenvuelve. Esto define su ámbito de acciones posibles.
En esta interpretación, el “ser humano” no es algo fijo e inmutable, sino que puede ir adquiriendo determinadas formas de vivir, que surgen como consecuencia de una manera particular de interpretarse a sí mismo, a los demás y al mundo.
Las diferentes “formas de ser” como también la “realidad” en que vivimos, se constituyen en el lenguaje a partir de las relaciones que somos capaces de crear y de las conversaciones que tenemos en ellas.
Una invitación al descubrimiento
El coaching ontológico es una invitación al descubrimiento, a darnos cuenta que somos ciegos en áreas donde “no sabemos que no sabemos”. Nos permite mirar el futuro como un fenómeno que puede ser diseñado. Nos asiste a distinguir que nuestros pensamientos son sólo nuestra mirada particular de ver al mundo y no una verdad absoluta. También a examinar nuestras fronteras morales como decisiones personales.
Teniendo en cuenta esto, un coach ontológico asiste a la persona en una conversación en la que va a escuchar y va a hacer preguntas destinadas a
transformar la mirada de la persona, para que ésta pueda convertirse en un observador diferente de la vida y de esa manera lograr hacer lo que antes no podía.
El Rol de facilitador de procesos de aprendizaje
El Coach Ontológico cuestiona y desafía, siempre con respeto y con el permiso del cliente, las formas en que las personas interpretan los hechos y situaciones para permitirles cambiar el modo o las estrategias, que aunque en el pasado pudieran dar buenos resultados ahora pueden no resultar efectivos.
Para lograr la efectividad deseada es preciso cuestionar las antiguas formas de pensamiento, que suelen estar arraigadas como creencias que en el presente limitan las posibilidades.
La propuesta es desaprender lo aprendido; ampliar la capacidad de «ver» y pensar; generar nuevas posibilidades de acción y obtener resultados que, previos a la intervención del coaching ontológico, nunca hubieran aparecido en el horizonte de lo posible.
La disposición al aprendizaje permanente y la creatividad son herramientas fundamentales del coaching ontológico. Ser curiosos y creativos para poder diseñar nuestra propia vida. El Coaching Ontológico nos invita a enamorarnos del aprendizaje continuo para crearnos y recrearnos a nosotros mismos.
Resultados extra-ordinarios
El Coaching cómo práctica se orienta al logro de objetivos y resultados extra-ordinarios con efectividad. Sin embargo, el foco del Coaching Ontológico es la persona, su bienestar y no, el resultado o el objetivo. Lo visible es lo que se percibe y, al mismo tiempo, oculta la importancia de lo invisible (la causa o el contexto). Por ello cuando las personas, obsesionadas por el resultado, pierden de vista el proceso de transformación se saltean la condición previa para alcanzar dichos resultados.
Para conseguir un resultado es necesario primero generar los cambios en el ser y hacer para producir ese resultado. Y para generar dichos cambios, es necesario primero transformar el tipo de persona (equipo u organización) capaz de comportarse así.
Al concentrarse en el ser, la persona se vuelve más flexible para modificar su hacer. De igual modo, al concentrarse en su misión, su visión y sus valores fundamentales, una organización se vuelve mucho más flexible para modificar sus acciones y estrategias. Como consecuencia de dichos cambios se van a ver diferentes resultados.
En un mundo en permanente cambio la propuesta del Coaching Ontológico se vuelve vital para la supervivencia.
¿Dónde estudiar Coaching Ontológico?
Siguiendo la dinámica del Coaching y por tratarse de un medio de prensa especializada me parece adecuado no aconsejar ni recomendar determinadas escuelas sino ofrecer información de valor para acompañarlos a encontrar sus propias respuestas. Por este motivo dediqué varios meses entrevistando a Directores de Escuelas de Coaching y referentes de la profesión. A todos ellos les hice tres preguntas:
1- ¿Para qué estudiar Coaching?
2- ¿Es importante que los programas de formación sean Avalados por las Asociaciones o Federaciones que nuclean a los profesionales?
3- ¿Qué consejos le darías a personas de cualquier parte del mundo que estén buscando una escuela de Coaching?
Lo que sigue es una suerte de síntesis de todas esas respuestas (que están disponibles en el Canal de YouTube de PressCoaching, dentro del canal “Dónde estudiar Coaching”)
Para empezar es fundamental hacer la distinción entre los distintos niveles de formaciones.
1- El primero de ellos abarca Cursos, Talleres y Seminarios para quienes no poseen experiencia previa en la materia y desean conocer y adquirir algunas distinciones de Coaching para aplicar tanto en sus puestos de trabajo como en distintos aspectos de la vida.
2- En un segundo nivel ubicamos a la carrera de Coach Profesional en sus diversos abordajes y modelos para quienes desean dedicarse de un modo profesional y vivir de esta actividad.
3- Por último, los Posgrados, Postítulos y Especializaciones tanto para Coaches que desean seguir formándose en las diversas especializaciones existentes como para profesionales de otras carreras que quieren potenciar sus capacidades y expandir sus posibilidades de intervención.
Primeros Pasos
Para el primer nivel existe una oferta muy variada y también segmentada según las necesidades. Podemos encontrar cursos de Introducción al Coaching; Cursos de Coaching Deportivo; Talleres de Coaching y Liderazgo; De Comunicación; de Gestión Emocional, etc. Nuestra recomendación al respecto es primero respondernos “para qué quiero o necesito este curso”, ya que algunos apuntan al desarrollo personal y otros, al profesional.
Luego indagar sobre el profesional o los profesionales a cargo (que tipo de credenciales, formación y experiencia poseen, y si se trata de un profesional certificado).
Por último, solicitar el programa o la Guía de Actividades para cotejar que los contenidos sean acordes a nuestras necesidades o inquietudes.
Formación Profesional como Coach Ontológico
Para formarse como Coach Profesional casi todos los consultados coinciden en elegir una institución que ofrezca un programa de dos años como mínimo. Una de las principales competencias de un Coach es la escucha, la cual es imposible entrenar en una formación de un año o menos. Para ejemplificarlo voy a utilizar una metáfora (en forma de pregunta): ¿subirías a un avión si supieras que el piloto no tuvo suficientes horas de práctica?
Otro aspecto importante es consultar si el programa está avalado por alguna de las diversas Asociaciones o Federaciones de Coaching. Los programas avalados cumplen con los estándares éticos y profesionales establecidos por dichas instituciones y otorgan una certificación reconocida y requerida a la hora de contratar los servicios de un Coach.
Formación Contínua
Por último, tenemos diversos Posgrados, Postítulos, Diplomados y Especializaciones, dirigidos tanto a Coaches ya certificados como a profesionales de otras carreras que quieren incorporar distinciones de Coaching para potenciar sus habilidades profesionales.
Los que son específicos para Coaches, como pueden ser la Certificación en Mentor Coaching o la Certificación en Supervisión, suelen requerir de cierta experiencia o certificaciones previas.
Algo en lo que coinciden todos los profesionales consultados es que la formación profesional de un Coach no finaliza con la Certificación: allí comienza un nuevo camino de formación continua y especializaciones.
Conclusiones
A modo de síntesis, en todos los casos es fundamental conocer la trayectoria y las referencias de los docentes a cargo. Un buen lugar para comenzar la búsqueda es en los sitios web de las diversas Comunidades, Federaciones y Asociaciones que nuclean a dichas escuelas y profesionales. Informarse es un requisito para poder hacer una elección responsable.
¿Qué se necesita para vivir del Coaching?
Cómo ocurre con toda profesión emergente, comunicar con claridad los beneficios que aporta suele ser el gran desafío. En este sentido Presscoaching viene realizando diversos aportes para dar a conocer «la buena noticia» que trae el Coaching, como así también acompañando a los profesionales a diseñar un plan estratégico de Prensa y Comunicación a la medida de cada necesidad.
QUIERO APRENDER A COMUNICAR MI NEGOCIO DE COACHING
Fuente: los contenidos de esta nota fueron extraídos del Libro: «Desayunando Coaching: una introducción a la práctica que transforma personas y equipos». Allí podrás encontrar mucho más sobre los diversos modelos de Coaching, Asociaciones Profesionales, Testimonios, etc.