¿Seguramente te preguntarás que es esto de Experiencia «Destino Prana»? Destino Prana fue un encuentro de coaches organizado por BuscaTuCoach el cual se llevó a cabo durante el feriado de semana santa en la localidad de Cacheuta con la finalidad de reencontrarnos y conectar con la energía vital “prana”.
De este encuentro no sólo participaron coaches de la red de BuscaTucoach, sino también algunos allegados a ellos. ¿Qué fue lo que nos motivó a ir? Muchos de los que participamos no nos conocíamos. ¿Qué fuimos a buscar?, ¿Qué queríamos soltar?
Después de un año en el cual los encuentros personales se vieron limitados por la pandemia por Covid-19 a todos los que participamos del encuentro nos hizo sentido reencontrarnos con algunas caras conocidas, conocer personalmente a personas con las que hablamos a través de una pantalla y la posibilidad de conocer personas nuevas.
Pero … ¿En qué consistió la experiencia «Destino Prana»?
La Experiencia «Destino Prana» se llevó a cabo en un complejo emplazado en plena montaña al que cada uno llegó con su mochila cargada de cosas y no sólo materiales. Protocolos sanitarios de por medio, a medida que fuimos llegando al complejo tuvieron lugar ansiados encuentros, sonrisas, risas, saludos protocolares improvisados y todo al aire libre en plena montaña.
Acompañados desde el primer día por un clima soleado y maravilloso, tuvieron lugar en la primera parte del día dinámicas de coaching por equipos, a fin de relacionarse, interactuar y divertirnos.
Por la tarde, hicimos nuestra primera caminata grupal por el complejo en donde la coach del lugar Gabriela Scilipoti y su pareja, nos fueron contando cosas acerca del mismo y de la energía del lugar invitándonos a reflexionar acerca de ¿Qué nos queríamos llevar de estos días allí? ¿Qué queríamos soltar? ¿Qué nos llevó allí?
¿Y qué fuimos a buscar o soltar en esta experiencia «Destino Prana»? Vení que te cuento..
Segundo día del encuentro nos dirigimos al valle de Uspallata, no sin antes detenernos ante la belleza natural de Potrerillo, fotos de por medio, seguimos recorrido con la finalidad de visitar Puente del Inca, base del cerro Aconcagua y por la tarde visitar el cerro Tunduqueral.
Ese día esta experiencia «Destino Prana», nos regaló dos maravillosas experiencias, seguramente más pero voy a puntualizar en estas dos.
La primera, en un cambio de planes, el ascenso al Cristo Redentor de los Andes. El cual resultó fallido para una parte del grupo, por causas netamente mecánicas, pero que puso de manifiesto muchos aspectos de nosotros mismos.
¿Cómo cuáles? Aquí mencionaré algunos, aunque seguramente haya muchos más:
- ¿De qué manera reaccionamos cuando las cosas no suceden como las planeamos?
- ¿Cómo nos sentimos cuando otra persona se siente mal? ¿Intentamos entender qué le sucede? ¿Logramos empatizar con esa persona?
- ¿Qué aportamos desde nuestro lugar ante estas situaciones? ¿Nos sumamos al malestar colectivo o sabemos dominar nuestras emociones y mantener la calma?
Sí somos coaches, pero no dejamos de ser seres humanos y como tales muchas veces nuestras emociones nos dominan y por momentos somos presas de ellas. Y sí, todos tenemos áreas de mejora en nuestras vidas y aquí en esa experiencia aprendimos a identificar algunas cosas como:
- Qué nos generan pánico, miedo o vértigo;
- Cómo mis emociones hacen que me relacione con los alimentos de una manera poco saludable;
- Cómo nos cuesta entender que otro sienta miedo o pánico frente a algo que a mí me puede parecer divertido;
- Cómo en momentos de crisis podemos recurrir a algunos recursos nuestros para contribuir a restaurar la calma de nuevo, aportar ese granito de arena.
En los momentos de crisis, nuestras fortalezas toman protagonismo porque son las que nos ayudan a no dejarnos vencer por el momento.
Siempre que algo me hace perder la calma recuerdo esta meditación “Mediante la transparencia de mis más profunda meditación en cuanto me sienta inquieto o perturbado me adentraré en el silencio y la meditación hasta que se reestablezca mi calma” y así fue como juntos, unidos y en equipo realizamos una meditación en movimiento y volvimos a nuestro estado natural de calma.
La segunda, en el cerro Tunduqueral, la experiencia fue mágica. Allí nos recibió una persona con un carisma y un nivel energético muy especial, que nos instruyó sobre lo que representa el lugar. Pero nos hizo el mejor regalo que se le puede dar a alguien, nos hizo conectar con nosotros mismos, escucharnos, conectar con el lugar y preguntarnos
- ¿Quiénes estamos siendo?
- ¿Qué nos está sucediendo?
- ¿Hacia dónde queremos ir?
- ¿Qué queremos soltar, dejar atrás?
Mira también mi nota sobre Miedos que motivan
Finalmente, noche de cierre, noche de fogata.
Por la noche del último día de esta experiencia «Destino Prana» tuvo lugar una fogata en la que cada uno arrojó al fuego un papel con aquello que quería soltar y también visualizamos la red de vínculos que creamos durante ese encuentro. Y lo que comenzó en una noche de cielo cubierta tan pronto soltamos lo que queríamos soltar, un cielo completamente estrellado nos fue regalado.
A modo de cierre, puedo decir que la experiencia «Destino Prana» ha sido sumamente enriquecedora.
¿Qué me llevó a participar? Cacheuta es el primer lugar al que viaje sola y desde entonces mi peregrinar viajero no se ha detenido. Allí comencé a desafiar mis miedos. Ese camino transitado me ha llevado a una evolución constante, no soy la misma que viajó por primera vez y tampoco la que era antes de la experiencia «Destino Prana».
Todo lo que experimentamos en nuestras vidas tiene la capacidad de dejarnos aprendizajes, de moldear nuestro carácter, nuestra forma de ver el mundo. Sencillamente porque “la vida es aquello que sucede mientras hacemos otros planes”, y muchas veces nos lleva a los lugares donde todo empezó, quizás para marcar finales quizás nuevos inicios. El tiempo lo dirá… Namasté.
Espero que este contenido te sirva y te invito a leer mis otras notas:
El cerebro reptiliano aliado del miedo y perímetro de la zona de confort
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