¿Por qué el coaching Organizacional?
Hay algo que a los seres humanos nos diferencia de otros seres vivos. Es esa capacidad que tenemos de coordinar más de 100 individuos a la vez, millones a la vez. Este rasgo que poseemos es lo que nos permitió sobrevivir por más de 70,000 años, el cual vino de adaptaciones, creaciones, logros y aprendizajes que sucedieron trabajando en forma organizada.
Desde mi mirada, cuando las personas trabajan organizadamente, alcanzan resultados que de otra manera no pueden lograr. Si repasamos la historia, todos los grandes descubrimientos e innovaciones, fueron producto de personas trabajando en conjunto.
Organizaciones hay en todos lados, hasta diría que no se si hay algo que no haya requerido cierta organización. No hace falta que sea una gran empresa. Si pensamos, hasta una familia es de alguna manera una organización, un fútbol con amigos es una organización, un chat de mamás del colegio es una organización.
Cuando las personas trabajan en conjunto pueden extender sus propios límites, no importa el sector, no importa el tamaño, no importa si son con o sin fines de lucro. Esa capacidad inigualable que tenemos todos los seres humanos de coordinar acciones entre sí, es lo que nos permitió sobrevivir, prevalecer y lo que nos mantendrá vivos.
Las organizaciones ya poseen la estructura, el espacio, los recursos para generar el cambio. Y deben tomar conciencia del impacto que pueden generar a futuro en el mundo y en la vida de las personas. Es por ello la relevancia que tienen en nuestro medio como agente de cambio.
¿Qué es una organización?
Fernando Flores define a las organizaciones como una red de conversaciones entre personas. Y este conversar tiene sus consecuencias.
“La comunicación y organización están totalmente ligadas, la organización permite o no la comunicación, y que la organización se realiza a través de la comunicación”.
Si miramos dentro de la organización a la que pertenecemos, sin importar el tipo como señalé anteriormente, reconocemos que la estructura surge de los acuerdos y compromisos que se establecen a través de conversaciones y que se plasman en organigramas, normas, políticas, procedimientos, estrategias y acciones. Si reflexionamos acerca de la cultura organizacional, nos daremos cuenta que surge de las historias de sus integrantes, sus comportamientos, sus valores, sus costumbres y sus maneras de hacer las cosas. Si quisiéramos indagar en el clima laboral, tendremos que escuchar qué es lo que dicen y qué es lo que callan cada uno de sus integrantes, si hay conversaciones de posibilidad o de resignación, de motivación o de descompromiso, de temor o de confianza, de optimismo o de preocupación.
Y si todo lo que sucede es porque hubo una conversación, todo lo que NO sucede, es porque falta una conversación o es porque no está siendo efectiva.
Muchas veces, las conversaciones no suceden por distintos motivos. A veces nos resultan incómodas, porque pueden generar un conflicto a futuro. Tenemos incertidumbre del impacto que puede generar en el otro o las consecuencias que tendrán si lo digo o no lo digo.
O también podemos llevar a cabo esas conversaciones, pero no generan una acción posterior que impacte en los resultados deseados. Por ejemplo, muchas veces podemos tener buenas intenciones y generar ideas respecto de un proyecto, pero que después no avanza porque no hubo un compromiso asumido por alguna de la partes, no hubo pedidos que hacer ni ofrecimientos. No hubo un responsable que accione, ni un cuándo, ni un dónde. O muchas veces aportamos ideas sobre lo que se debería hacer, pero a la hora de llevarse a cabo, nadie se compromete, buscamos excusas que sostienen el no compromiso. Entonces queda como una simple charla de café, una expresión de deseos que no vino acompañado de acciones que le den forma a ese proyecto. Como consecuencia es que las cosas no terminan sucediendo.
Esta comprensión nos abre las puertas para que identifiquemos aquellas competencias que nos demanda actuar con efectividad en estas redes conversacionales que viabilizan el accionar organizacional.
El aporte del Coaching Ontológico
El Coaching Ontológico impacta directamente en la forma en que nos comunicamos, por ende, en la conversación que tengamos con los demás y que derivará en la coordinación de acciones con otros en busca de un objetivo. El propósito de esta interpretación radica en generar resultados que antes no estaban, a través de un cambio en los observadores que están siendo cada uno de los integrantes y que generen un resultado que antes no estaba.
Conversaciones efectivas
Asumiendo, entonces, que la organización es una red de conversaciones, lo que necesitamos para que la empresa genere resultados extraordinarios, es intervenir en dichas conversaciones.
La efectividad de la conversación dependerá de lo que se logre al finalizarla. Efectividad implica que haya una acción posterior coherente con el desafío u objetivo establecido.
¿Cuáles son estas acciones?
Declaraciones. Tener claridad hacia dónde quiero ir. Aquello que me hace querer llevar a cabo esa conversación. Cuando lo tengo claro, voy a poder medir si lo que logramos en ese espacio nos acerca o no a ese objetivo declarado y poder medir la efectividad de la conversación.
Pedidos. Poder pedir ayuda es clave para generar una nueva acción. ¿Que necesito pedir para poder hacer mejor mi trabajo? ¿A quién se lo puedo pedir?
Ofertas. Aquello que estoy dispuesto a dar para lograr esa declaración. ¿Qué puedo ofrecer? ¿Cómo puedo ayudar al otro? ¿Quién necesita lo que yo tengo? ¿Cuál es mi valor?
Promesas. Generamos el compromiso para concretar la acción futura. Sin la promesa, todo lo anterior queda en el aire.
Finalmente, necesitamos chequear con la otra parte las condiciones de satisfacción. Son aquellas que entendemos como las condiciones bajo las cuales se cumplirá el pedido, la oferta y la promesa. ¿Cómo, cuándo, dónde, quién?
Por lo tanto, nos invito a que reflexionemos,
¿Qué conversaciones necesitamos tener para lograr esos resultados extraordinarios?
¿Con quién o quiénes necesitamos llevar a cabo esa conversación?
¿Qué necesitamos aprender o incorporar, para ser capaz de tener esas conversaciones que hoy no estamos teniendo?
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