¿Cuántos de nosotros hemos logrado cosas extraordinarias porque alguien creyó en nosotros y nos convenció de nuestras capacidades en un momento de incertidumbre? Y tú, ¿crees en ti y en las huellas que puedes dejar? Te invito a reflexionar sobre tu propia trascendencia.
Construyendo tu legado:
Llevados por nuestro día a día nos olvidamos del impacto que tenemos en los demás a través de nuestro comportamiento. Recordemos lo esencial, todos estamos aquí para servir a los demás. Seamos conscientes que las huellas que dejamos hablan por nosotros.
1. Conoce tus Fortalezas y tus debilidades: Trabaja duro en tus fortalezas pues seguramente son las cosas que disfrutas hacer, tu verdadero diferencial. No dejes de lado tus debilidades complementarias, pero no intentes convertirte en quien no eres.
2. Sentido de propósito: visualízate de aquí a 15, 20 años, ¿Qué contribuciones piensas haber dejado? Regresa con esta idea en mente para entender el sentido de lo que haces en el presente y cómo lo haces. Cada uno tiene una semilla por dentro que regar.
3. No seas conformista: tienes una elección, el precio del crecimiento es retarse, es la responsabilidad que tienes en contribuir en construir una mejor sociedad.
4. Sé sincero: Somos más parecidos de lo que pensamos a todos nos gusta que nos hablen con la verdad, ser reconocidos y retados. Comparte tu retroalimentación con tu entorno.
5. Comparte: enseña con tus experiencias de vida y no guardes para ti el secreto de tu éxito.
Los líderes deben de ser capaces de mover corazones, para ello tienen que humanizarse, mirarse al espejo y entender que su misión está en su ADN. Lo que hacemos en la vida debe de poder durar a través de los demás por una eternidad. De eso se trata Dejar Huellas.
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