Ya hablábamos de vivir en un mundo incierto cuando se inició la pandemia. Hoy, dos años más tarde, hablamos de un mundo convulso, que no es otra cosa que un mundo donde nos llenamos de tensión, excitación interna, el corazón se nos convulsiona, nos movemos muy rápido. ¿quién no ha pasado por un momento de ansiedad, stress o depresión durante la pandemia?
De esto estuve conversando con July Urrutia, ella es peruana, coach y psicóloga positiva. Directora del Happy Management Institute. July ha estudiado la historia de nuestra humanidad, identificando cuatro revoluciones, y definiendo a un Líder 4.0 en un contexto que nos lleva a necesitar protagonistas a la altura de la situación. Alguien que puede tomar decisiones acertadas y desarrolla la habilidad de inspirar y direccionar a los demás, también hacia un liderazgo superior al 4.0.
El líder 4.0 frente a un mundo convulso
July menciona al Líder 4.0, porque después de varias revoluciones importantes en la historia, a este líder le toca hacer frente a la gestión de emociones de su equipo, el cual, si no trabaja su autoconocimiento, comunicación y emocionalidad individual producto de este mundo convulso, puede llegar a lo que la OMS (Organización Mundial de la Salud) llama “fatiga emocional”.
Una de las áreas más afectadas por los cambios de este nuevo mundo convulso fueron las áreas comerciales; porque al cambiar la manera de comprar a través de transacciones on-line, había que cambiar también la manera de vender´, ya que estaban acostumbrados a leer gestos, usar el lenguaje no verbal y asistir a una entrevista presencial que les permitía tener el control de la atención de su cliente; y tuvieron que aprender a no sólo estar conectados, sino a saber estar presentes, a pesar de las pausas, silencios y cierre de la ventana digital del cliente.
Su mundo emocional se convulsionaba, aparecían creencias frente al mundo digital. Ante esto, los líderes han tenido que desarrollar un lenguaje más consciente de sus palabras, dar y aprender a recibir feedback gestionando sus propias emociones y las de su equipo, cuyos integrantes estaban trabajando desde sus casas.
Un lenguaje de líder
Aprendimos que, si bien el líder 4.0 tiene ocho competencias básicas, según comenta July Urrutia en su libro “Líder 4.0. Liderazgo para tiempos convulsos”, el orden para el N.º 1 es el Poder del Lenguaje Positivo. Porque, cuando recordamos un líder, recordamos la manera en que se expresa y cómo usa determinada fortaleza para enmarcar algunas cosas que tiene por importantes. ¡El poder del lenguaje positivo nos hace sentir inspirados!
– ¿Cómo aprende un líder a mejorar su lenguaje, a gestionar emociones de su equipo, a estar presente?
– Para eso está el trabajo que hacemos los coaches. El coaching y el mentoring vienen apoyando a a los líderes ya que ellos necesitan modificar su manera de trabajar adaptándola a su situación actual.
La entrevistada también recomienda a los líderes aprender a pedir ayuda para lograr las competencias necesarias en este mundo convulso. Una de las grandes lecciones de los últimos dos años es que no estamos solos, que podemos buscar redes de apoyo y soporte en alguien que te está escuchando y encontrar posibilidades para adecuarse a este nuevo mundo.
– Adicionalmente, algunas organizaciones han empezado a mirar hacia la humanización, y esto recae en los líderes. Se espera un Líder 4.0 capaz de sentirse con la confianza suficiente para levantar la mano y dar su opinión. El Líder 4.0 debe aprender a auto conocerse y poder sentirse feliz en su lugar de trabajo.
– ¿Y se puede ser feliz en el centro de trabajo?
– Quizás haya un error cuando decimos Todo es cuestión de Actitud, porque no todo es cuestión de actitud; antes de pensar en actitud, tenemos que estar seguros de que el líder es capaz de auto liderarse. Y hablamos no sólo de líderes que lideran equipos, sino de individuos capaces de lograr su autoconocimiento. Sólo de esta manera podrán contribuir directamente en la humanización a la que se dirigen las organizaciones conscientes.
El líder 4.0 lidera sus propias emociones; logra un equipo de alto desempeño, se comunica asertivamente; sabe qué lo motiva a él y a su equipo; capacita, sabe reconocer su propósito; se siente feliz en su trabajo; sabe que puede no haber trabajo perfecto, pero en el que se desempeña logra apoyar a su familia. Sobre todo, tiene claro sus retos, las habilidades propias para conseguirlo y reconoce que los resultados pasan por las personas.
Como diría Mihaly Csikszentmihalyi , “El líder está en su estado Flow (Fluye) si se siente totalmente absorbido en la actividad que realiza a nivel que el tiempo se le vuelve irrelevante, y llega a perder la noción del tiempo debido a esa sensación de placer, alegría y satisfacción. “
A pesar de todo… hay esperanza.
Realmente, fue muy enriquecedor conversar con July Urrutia, porque nos dejó esa sensación de que hay mucha esperanza en que los líderes 4.0 pueden formarse para asumir nuevos retos en este mundo convulso y que es posible aprender también a ser feliz en la actividad que realice.
Los coaches ponemos el foco en que los seres humanos caminen hacia una humanidad capaz de realizar conversaciones positivas para un mundo mejor; y si podemos trabajar para que los líderes de este mundo despiertan hacia el reto de auto conocerse, gestionar emociones y aprender a ser felices… entonces .siento que será la luz al final del túnel.
Mira mi entrevista anterior a Franco Díaz: «¿El vendedor debe ser extrovertido?»