Hoy tuvimos la reunión mensual de la Comunidad Presscoaching en la que presentamos las propuestas que diseñamos para este año. Las mismas tuvieron en cuenta las respuestas que nos dejaron en la encuesta que realizamos a fines del año pasado para conocer las necesidades y deseos de nuestros miembros, suscriptores y seguidores.
En Presscoaching creemos que la mejor manera de diseñar una oferta es dando una respuesta o solución a los deseos y necesidades específicas dentro de aquello que sabemos y podemos hacernos cargo.
Es probable que quieras saber cuales son esas propuestas, pero antes quiero compartirte 3 historias reales de mi vida, que hoy conté a los presentes en la reunión.
La primera experiencia de comunidad
Surge de una decisión que tomé de manera instintiva a mis 20 años cuando era estudiante en la Escuela Nacional de Náutica “Manuel Belgrano”, donde se forman los oficiales de la Marina Mercante Argentina. La primera carrera que inicié desoyendo dos recomendaciones de Orientadores Vocacionales que me habían advertido que esa profesión no era la adecuada para mí.
Allí, mientras cursaba el 1er año, vinieron a invitarnos a un retiro espiritual que organizaban un grupo de oficiales y cadetes junto al Capellán de la Escuela. Mi primer pensamiento fue “ni en pedo gasto mi tiempo y mi plata en un retiro; prefiero disfrutar mi fin de semana descansando y saliendo con mis amigos”.
Pero a veces la vida da segundas oportunidades y esa fue para mi una de esas ocasiones. Al otro día volvió pasar por el aula otro oficial con otros cadetes y algo de lo que dijeron resonó en mi y sentí una voz interior que me decía que tenía que ir. Esa decisión de ir a ese retiro cambió mi vida por completo: esa experiencia fue la puerta de entrada a una comunidad en la que permanecí de un modo activo por casi 25 años.
En esa comunidad de jóvenes católicos aprendí a hablar en público, a facilitar espacios de reflexión participando en un promedio de 2 retiros al año, participando de un Grupo de Reflexión semanal y de reuniones mensuales, allí aprendí de servicio, de liderazgo, de comunicación y allí también conocí a la que luego sería la madre de mis hijos.
Fue en esa comunidad, con la cual me comprometí y le dediqué muchísimas horas de voluntariado, donde aprendí a ser coach cuando aún no tenía idea que existía como disciplina y donde más tarde conocí el Coaching como profesión, gracias a un Taller en el que participé como miembro del Consejo que organizaba las actividades.
Algunas de esas personas estuvieron a mi lado en uno de los momentos más difíciles de mi vida y también en los más hermosos. Esa fue la primera experiencia de vida comunitaria que marcó mi vida para siempre.
Todo muy lindo pero necesito dinero
La segunda historia es más breve y no por ello menos importante. Y también tiene que ver con una comunidad. Mi espíritu emprendedor me llevó a invertir tiempo y dinero en un negocio multinivel. Una red de mercadeo con unos productos muy innovadores cuya tecnología luego se popularizó y tiene que ver con la nutrición a través de un gel, con vitaminas, proteínas y todo tipo de nutrientes esenciales.
Si analizara una planilla de ingresos y egresos, un contador diría con razón que haciendo ese negocio perdí dinero. Pero lo que no se ve en esa planilla es todo lo que gané en conocimiento, experiencias, viajes y vínculos, algunos fundamentales para que hoy sea quien soy.
En ese negocio aprendí a ver más allá de los números, entre otras muchas cosas que cambiaron mi visión de la vida y de los negocios. En esa comunidad y en ese negocio en el que invertí tres años y tres meses además del dinero mensual para mantenerlo, recibí una capacitación bisagra en mi vida sobre las creencias limitantes respecto al dinero, gracias a la cual pude modificar patrones que me resultaban invisibles y por los cuales yo era un analfabeto en materia de finanzas. Motivo por el cual siempre me costaba muchísimo generar dinero.
Hoy a la distancia me doy cuenta que el tiempo compartido con esa comunidad y el dinero invertido en ese negocio, fueron una de las mejores inversiones de mi vida.
La Comunidad Presscoaching
La tercera historia tiene que ver con Presscoaching y con el día que certifiqué como Senior Coach Ontológico. Ese día me sentí un incoherente porque yo no estaba viviendo del Coaching. Entonces, siendo coherente con esa filosofía que elegí para mi vida, pedí coaching. Y no fue una casualidad que lo hiciera con quien fue mi patrocinador en el negocio multinivel y a quien yo luego invité al retiro por el cual ingresó a la comunidad de la primera historia.
Federico Hirigoyen, hoy amigo y colega, me hizo ver en esa sesión que yo no estaba comunicando de un modo claro mi oferta y por eso no lograba vivir del Coaching. Gracias a esa sesión pude identificar una solución concreta que yo podía ofrecer para un problema específico que aun hoy tienen muchísimos colegas coaches.
Así nacieron los primeros talleres de escritura persuasiva, publiqué mis 2 primeros libros en Amazon y, una vez más gracias a la ayuda de Fede, los posicioné #1 en descargas entre los Best Sellers de esa plataforma.
Entonces no solo logré visibilidad sino que me posicioné como un referente y empecé a ser convocado tanto en mi país como en el exterior.
Como corolario de esta tercera historia hoy me encuentro frente a una situación similar. Estoy próximo a presentar mi carpeta para certificar como Master Coach y me dí cuenta que aún tengo un desafío en materia de comunicación: explicar con claridad el enorme valor de ser parte de una COMUNIDAD.
En los casi 2 años de vida que tiene la Comunidad Presscoaching, aún hay personas que pasan como golondrinas de verano y se van con mensajes de despedida casi fotocopiados, diciendo cosas como “no tengo tiempo para aprovechar todo lo que ofrecen…”
Cuando leo esos mensajes tomo conciencia de que no supe comunicar con claridad todo lo que representa contar con una comunidad. Que no se trata de la suscripción a un gimnasio, al que llegamos entusiasmados y después de un tiempo de no ir me pregunto para qué sigo pagando. No se trata de dinero, ni de tiempo; se trata de un vinculo con un grupo de personas que pueden llegar a ser las más importantes de mi vida. Se trata del vehículo que me puede llevar a cumplir mis sueños más profundos.
Ayer tuvimos la reunión del STAFF de la Comunidad y les aseguro que fue emocionante escuchar sus testimonios de transformación. Y ellos no son STAFF porque los seleccionamos en una búsqueda sino que se ganaron ese lugar de un modo proactivo, acercando propuestas, haciendo pedidos y ofertas.
El salto
Este año la Comunidad Presscoaching va a pegar un salto cuántico. Este desafío de comunicar el valor de la Comunidad nos ha llevado a tomar una mentoría para escalar el negocio, hacerlo rentable y para ello el objetivo es acompañar a todos aquellos que se comprometan con su sueño de vivir de lo que les apasiona. El compromiso, que primero asumimos nosotros, implica tiempo, dinero y trabajo.
Ser FELIZ haciendo lo que nos apasiona no es GRATIS. Pero la recompensa es enorme.
Y ahora sí, en función de todo lo dicho, si deseas conocer las propuestas para sumarte a la Comunidad Presscoaching, te invitamos a PEDIR LA INFORMACIÓN.
