Lo que ninguna universidad me enseñó
Los aprendizajes más importantes de mi vida no los recibí en la escuela, ni en la universidad, ni en ninguno de los postítulos o posgrados que hice. Estoy cumpliendo 50 años de vida y creo que es un buen momento para compartir algunos secretos.
“El mundo es de los valientes”
Valiente no es el que no siente miedo sino el que actúa a pesar de sentirlo.
En mi primer año de la carrera de Periodismo tuve un profesor que era popular por lo exigente. Cada semana nos daba la lectura de un libro distinto y aclaraba que en el final iba a preguntarnos sobre todos ellos. La mayoría no llegábamos a leer todo. Y el día del examen nos presentamos apenas siete alumnos.
La noche anterior a ese final me quedé leyendo hasta pasada la medianoche, el sueño me estaba venciendo y todavía me quedaba un libro de más de 400 páginas: “Apocalípticos e integrados” de Umberto Eco. Aunque pasara la noche entera leyendo no iba a terminarlo antes de las 8 AM, (la hora en que debía presentarme) y elegí leer las páginas finales antes de irme a dormir.
El examen era oral y pasábamos de a uno al aula. El primero que pasó no aprobó y el segundo tampoco. Eso nos generó aún más miedo a los cinco que esperábamos en el pasillo. No aguanté la ansiedad y entré.
-¿Qué libros leyó Girasol?
– Todos, respondí desafiante.
-¿Y por cuál le gustaría empezar?
– Por el que menos me gustó: el de Umberto Eco.
– A ver, cuénteme: ¿por qué no le gustó?, me preguntó sorprendido por mi respuesta.
– Simple: Eco concluye el libro diciendo que la TV es el principio del fin, y si así fuera yo estaría acá perdiendo el tiempo. No comparto su mirada. Y elijo creer que podré hacer un aporte como periodista para generar algo diferente a lo que el autor observa de la televisión.
A partir de entonces, se dio un debate interesante que duró lo suficiente como para que no me hiciera más preguntas. Aprobé con un siete. Y aprendí que la actitud y la reflexión son más importantes que el conocimiento y la memoria.
Los aprendizajes más importantes se aprenden haciendo
Existe un sustento científico que ha probado lo que te comparto en esta nota. Se conoce como El Cono de la experiencia de Edgar Dale (1900-1985) publicado en su libro “Audio-Visual Methods in Teaching” 3ra Edición, Holt, Rinehart & Winston, New York, 1969. Este célebre pedagogo estadounidense propuso una clasificación de “experiencias audiovisuales” desde la más abstracta, en la cima, hasta las más concretas, en la base.

El mito seudo científico: la pirámide del aprendizaje
Un tiempo más tarde, un empleado de la Mobil Oil Company realizó una adaptación del cono de Dale, le añadió porcentajes y la publicó dando inicio a un mito que sigue circulando como “la pirámide del aprendizaje”.

Dichos porcentajes carecen de evidencia científica, por tanto, es importante tomar con pinzas dichos números y quedarnos con la esencia del estudio original de Edgar Dale, que refiere a lo que nos queda en cada tipo de experiencia. Teniendo en cuenta que desde la mitad del cono hacia la base refiere a experiencias que nos involucran de un modo activo, llevando los aprendizajes a la acción.
ACCIÓN + REFLEXIÓN + REPETICIÓN = APRENDIZAJE
Los aprendizajes más importantes se adquieren con la experiencia. Así lo entienden muchas instituciones educativas y por este motivo incorporan diversos tipos de prácticas para llevar a la acción la teoría.
“Lo que oigo, lo olvido. Lo que veo, lo recuerdo. Lo que hago, lo entiendo.” Proverbio Oriental
Para complementar voy a citar otra frase célebre de Maya Angelou (1928-2014), escritora, poeta, cantante y activista por los derechos civiles estadounidense:
“Puedes olvidar lo que alguien te haya dicho, pero jamás olvidarás cómo te hizo sentir”
Todo esto para concluir que los mayores aprendizajes los he tenido en experiencias donde no fui un oyente o un espectador pasivo. A escribir, aprendí escribiendo y reflexionando las correcciones que me han hecho tantos maestros. Y no hablo solo de docentes sino también de lectores que me han regalado de los más variados comentarios. De ellos aprendí que “el que hace se equivoca” y allí aparece la oportunidad de aprender del error.
Aprender enseñando
La base de la pirámide refiere a que el mayor porcentaje de retención (y aprendizaje) se obtiene enseñando. Vinculado a esto cabe citar esa máxima que dice “la repetición es la madre de todo aprendizaje”. Las neurociencias esto mismo lo explican a través de las redes neuronales que se fortalecen fijando algo aprendido con la repetición.
Al enseñar reflexionamos junto al que está aprendiendo. Si además ponemos en acción eso que estamos enseñando con una práctica, esa actividad refuerza lo aprendido.
Y de esto último se desprende que para aprender mejor necesito de otros. Esto sustenta uno de los mayores aprendizajes que te quiero compartir: solos podemos aprender mucho pero junto a otros mucho más. Los aprendizajes más importantes en mi vida los tuve en comunidad. Por eso me pone muy feliz ver crecer a la comunidad Presscoaching donde todos aprendemos de todos.
Si esto te hace sentido, pedí tu entrevista, tal vez quieras sumarte a la comunidad.
Gracias por estar del otro lado leyéndome, dejando tus comentarios y compartiendo mis notas.