La importancia del conocimiento de los sistemas y sus reglas para crear relaciones armónicas y eficientes en la escuela
Cuando se inician las clases, el equipo docente comienza también un renovado desafío para que el “sistema escolar» funcione. Tener una mirada “sistémica” de las relaciones que se generan y entrelazan en el ámbito educativo es importante y puede ser muy interesante, ya que permite considerar qué lugar ocupa cada quién, y de modo central, el rol que desarrolla el docente.
Quien ha abordado el concepto de “sistema” en el marco de la relación individuo – sociedad, es el filósofo y biólogo chileno Humberto Maturana. El intelectual, en su artículo “Biología del Fenómeno Social”, señala que “no hay componentes superfluos en un sistema social, ya que, si un componente se pierde, el sistema social cambia”.
Por este motivo, en todo el “sistema escolar» tenemos que trabajar para que el docente no se sienta ni excluido ni ausente de este. Del mismo modo, tampoco el docente, debe excluir a un estudiante del grupo, ya sea esto por conocimientos o por actitudes. Como dice Maturana “no hay componentes superfluos”.
Desde el Coach Educativo, formamos a docentes y directivos del sistema social educativo a entender, reflexionar y planificar las estrategias que necesitan para que todos sientan su pertenencia a la comunidad escolar, que encuentren su lugar, que sientan el espacio de aprendizaje y enseñanza como propio, que sea el lugar donde realmente quieran estar. Por esto decimos que nuestra misión es formar docentes como líderes, gestores del talento, la motivación y la autoestima de sus alumnos.
Desde el Coach Educativo, nuestra misión es formar docentes líderes, gestores del talento, la motivación y la autoestima de los alumnos.
Jerarquías dentro del Sistema Escolar
Dentro del “sistema escolar», como elemento de ordenamiento general, deben respetarse las “jerarquías”. Los docentes tienen una “jerarquía” diferente a la de los estudiantes, pero todos y todas son parte del “sistema”.
Cuando ocurre que en el grupo, hay alumnos que se sienten excluidos, podríamos considerar que las estrategias de relacionamiento para el aprendizaje aún no alcanzan a todos los estudiantes. Esto nos lleva a repensar cómo integrar a quienes no se sientan parte del grupo. El objetivo debe ser lograr que todos entiendan que pertenecen al “sistema escolar», porque indefectiblemente, así es.
Por este motivo, sostenemos que cada uno ocupa un lugar “indispensable” para que el “sistema” funcione. Sin embargo, siguiendo con los conceptos de Maturana, “en la medida en que las estructuras de los seres vivos que integran un sistema social cambian, cambian sus propiedades y el sistema social que generan con sus conductas también cambia”. Esto es, el cambio ocurre en el sistema porque como seres vivos en constante mutación generamos que el sistema en el cual nos desarrollamos se modifique.
En este contexto, los docentes que ocupan un rol jerárquico de relevancia en la organización escolar también son parte de esta transformación constante que requiere de una capacitación y actualización permanente para convertirse en verdaderos guías y líderes de las transformaciones que vive el sistema. Un sistema que es modificado de modo constante por sus miembros y por el entorno con el cual también mantiene una relación continúa.
Los docentes ocupan un rol jerárquico de relevancia en la organización escolar y son parte de esta transformación que requiere de una capacitación permanente para convertirse en verdaderos guías.
¿Qué es la Pertenencia en un sistema escolar?
Una parte esencial para el ser humano es la pertenencia. En general, todos trabajamos y hacemos nuestras acciones para pertenecer a un grupo, a una comunidad, a una hinchada, a un colectivo. La pertenencia y el reconocimiento son las bases fundamentales y necesarias del ser humano que requiere de esa socialización para alcanzar un estado de armonía.
En el ámbito del sistema escolar, el sentido de pertenencia puede ser una llave para alcanzar una actitud altamente positiva del estudiante para con su grupo de compañeros y compañeras, hacia profesores, hacia directores y, además, se puede lograr con éxito el desarrollo de los procesos cognitivos.
Ubicado en un lugar de jerarquía, el docente se transforma en aquel que da, y los estudiantes los que reciben. Igual que en el sistema familiar, los padres y madres cumplen esa función.
Retomo una vez más a Maturana que afirma que “nuestra individualidad como seres humanos involucra la conservación de nuestra vida en la conservación de tantas identidades como sociedades a las que pertenecemos. Por esto mismo, podemos dejar de pertenecer a uno u otro sistema social sin necesariamente desintegrarnos como seres humanos”.
En sus conceptos, el filósofo chileno retoma el tema de la “individualidad” de las personas y menciona que la identidad de cada uno se experimenta de un modo propio de acuerdo al sistema al que sienta pertenecer. Este concepto, llevado al sistema escolar nos invita a desarrollar fuertemente el conocimiento de las individualidades de quienes son parte del mismo, tanto docentes como estudiantes.
En los sistemas, la jerarquía es el elemento constitutivo del mismo, y para ello se deben consensuar reglas de convivencia donde el respeto, la autonomía y la responsabilidad, sean aspectos fundamentales, ya que esto permite que todos “sientan que pertenecen” y que no hay exclusiones. De este modo, se crea un clima armónico y creativo.
La jerarquía es un elemento constitutivo del sistema y consensuar reglas de convivencia permite que todos sientan que pertenecen.
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