Por estos días se habla mucho de la IA (Inteligencia Artificial), sobre todo desde que Elon Musk se sumó al pedido que iniciaron algunos referentes en tecnología para frenar su avance. Tal vez sea el temor de vivir en la realidad aquellas películas de ciencia ficción que surgieron a mediado de los 80´. Terminator o Yo Robot, nos dejaron secuelas de temor.
El avance tecnológico hace más fácil la vida del ser humano, al menos ese siempre fue su objetivo, pero ¿Qué pasa cuando la tecnología pretende reemplazar la interacción entre los individuos dejando al hombre y/o mujer en un plano de mero ejecutador de programas?
Hoy la Inteligencia Artificial ya diseña currículums, elabora informes, diseña contenidos y argumenta casos.
¿SE VIENE EL COACHING ARTIFICIAL?
La pregunta es ¿creemos que un montón de circuitos interconectados son capaces de establecer un vínculo real con su interlocutor?
¿Aparecerá un Coach virtual que no haga las preguntas desafiantes que necesitamos para resolver nuestros quiebres?
Según la RAE (Real Academia Española), “inteligencia” significa:
- Capacidad de entender o comprender. 2. Capacidad de resolver problemas.
- Conocimiento, comprensión, acto de entender.
Y la palabra “artificial” representa:
- adj. Hecho por mano o arte del hombre. 2. adj. No natural, falso.
- adj. Producido por el ingenio humano.
En base a estas definiciones, diríamos que la Inteligencia Artificial es la capacidad de entender y resolver problemas de una forma no natural. ¿Y cuál sería esa forma No natural? ¿Acaso hay algo que no sea creado por el hombre hoy en día? ¿La inteligencia no es “creada” a través de estrategias de aprendizaje? ¿Se nace inteligente?
Bueno, pero eso nos haría entrar en otro derrotero filosófico. Lo que quiero plantear en esta oportunidad es que, a pesar de todo el temor que aparece a la hora de utilizar esta nueva herramienta tecnológica, no debemos olvidar que es eso: “una herramienta”, y todo instrumento necesita la mano del hombre para ser utilizado.
LAS VENTAJAS DE SER HUMANO
La comunicación cara a cara, el poder sostener una mirada, respetar silencios, hablar desde mi esencia con mis gestos e inflexiones; preguntar desde la observación de la postura corporal de mi interlocutor, podrá ser emulado por una máquina, pero dudo que tenga el mismo impacto que la energía que emana de un individuo hacia otro.
Decían que el teatro iba a morir cuando apareció el cine; que el cine moriría cuando apareció la televisión, y a su vez, esta reemplazaría a la radio y la radio a los periódicos. Hoy conviven de manera armónica y cada uno ha sabido encontrar su público y su área.
El mundo cambia y parte de nuestra función en la profesión de Coach, es ayudar a otros a ser flexible y cambiar también si lo creen necesario.
Lo que no creo que cambie la Inteligencia Artificial, es la vida en comunidad, el placer de gestionar con otros, recibir un abrazo en el momento adecuado y comunicarnos incluso con la mirada y a través del silencio.
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