En octubre de 2021 llegaron las primeras consultas a nuestra redacción: ¿Conocen a Leonardo Cositorto? ¿Saben algo sobre la propuesta de ZOE?
Los resultados de la investigación no eran alentadores para las miles de personas que ya habían invertido su dinero. Lo primero que publicamos hace dos meses para advertir a la comunidad levantó polvareda. Nos llamaron para pedirnos que levantemos la publicación porque citamos una carta abierta que incomodó a la gente de Generación ZOE.
Elegimos quitar la carta para no generarle mayores inconvenientes a su autora pero dejamos la información que ya era pública sobre los allanamientos a las oficinas de dicha organización en Paraguay y las primeras advertencias que llegaban del exterior.
Días más tarde empezaban a crecer las denuncias por parte de la ONG Bitcoin Argentina, Binance, Mercado Libre y Ualá, entre otros. Y como si eso fuera poco se le sumó el desplome de la criptomoneda ZOE Cash.
Hoy la cosa pasó a mayores: el titular de Generación ZOE enfrenta un sumario administrativo por parte de la Comisión Nacional de Valores e investigaciones por presunta estafa en la Inspección General de Justicia y en la PROCELAC, el ala de la Procuración dedicada a investigar delitos económicos, así como en el escritorio del fiscal federal Eduardo Taiano, quien lo imputó en una causa penal.
La quiebra
El periodista Federico Fahsbender publicó en Infobae un informe sobre los expedientes de cobro ejecutivo y pedidos de quiebra que arrastra Cositorto desde 1998.
«Cositorto, como toda sensación inmediata, irrumpió en la escena sin demasiado contexto. No suele contar su vieja historia, algo curioso para un hombre autorreferencial de 51 años. Existía un video en YouTube en el que se hablaba de su vieja empresa, Oportunidad en Red SRL, una firma polirubro según el Boletín Oficial, conformada en 2004, cuando Cositorto declaraba domicilio en un country de San Fernando. Ese video hoy está cerrado, solo puede verse de forma privada. Pero los registros del fuero comercial en la Justicia dicen el resto.
El jefe de Generación Zoe arrastraba expedientes por cobro ejecutivo y pedidos de quiebra desde 1998. Uno de los principales empresarios autopartistas del país -que también había fundado una firma inversora ese mismo año- se cruzó con él. Lo demandó por cobro ejecutivo en el Juzgado Comercial N°20. Luego, le pidió la quiebra en el Juzgado N°21 del mismo fuero. Registros accesibles de forma pública hablan de otra demanda por cobro ejecutivo de ese mismo año iniciada por el Banco de Galicia. En 2010, otro empresario porteño dedicado a la publicidad de colectivos le pidió la quiebra, otro expediente radicado en el Juzgado N°20.
Tuvo, al menos, otros tres pedidos de cobro ejecutivo iniciados por particulares, otros pedidos de quiebra.
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De todos esos pedidos, al menos según lo que pudo saber Infobae de registros públicos, uno llegó a una quiebra efectivamente decretada. Fue iniciado en 1999 por la firma que controla a las perfumerías Kartun en el Juzgado N°21. Esa quiebra se pronunció el 11 de mayo de 2004, con un fallo al que accedió este medio. Se declaró la inhibición general de bienes de Cositorto, se le impuso que entregue sus bienes al síndico designado y que pida permiso para salir del país. Así lo hizo, notificó sus planes de viajar al menos cuatro veces en los meses que siguieron al fallo, con destinos como Chile y Uruguay.
El proceso fue finalmente clausurado el 30 de junio de 2006 tras extensas averiguaciones al Registro Automotor entre otros organismos. El motivo: falta de activos. Dicho en sencillo, no le encontraron nada qué sacarle. Así, fue archivado y pasó al olvido.
Sorprendentemente, fue Cositorto mismo quien lo reflotó.
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Ocurrió en octubre del año pasado, con el planeta Zoe en plena campaña de imagen pública. El fundador y su abogado, Gustavo Saavedra, se presentaron en el Juzgado N°21 para pedir el desarchivo de la quiebra. El Juzgado respondió con una simple nota: le pidieron que explique sus motivos para hacerlo. Todavía no hay una respuesta registrada.
De todos los expedientes iniciados contra Cositorto en los 90, el iniciado por Kartun, al menos según el sistema público, fue el único que motivó una presentación más de 15 años después. La pregunta es obvia: ¿por qué lo hizo, por qué justo en medio de su escalada de autopromoción?»
Según consigna la nota, «Infobae contactó al abogado Saavedra, que se negó a responder la consulta al respecto, amparado en su secreto profesional. Cositorto fue adelantado de los contenidos de esta nota en diversos mensajes a su teléfono celular para que ofrezca su versión de la historia antes de su publicación. No hubo respuesta».
«Nos nos van a voltear»
Por su parte, Cositorto eligió hacer su descargo en una entrevista radial con el periodista Jorge Rial.
Desde Cali, Colombia, donde se encuentra por estos días, dijo:
“La empresa está funcionando y estamos combatiendo lo que dicen de nosotros hace 40 días. Zoe es como cualquier banco, que tiene la plata y la invierte. Nosotros tenemos los fondos y estructuras pero los tenemos invertidos».
Aquí puedes escuchar la entrevista completa:
La carta de la AACOP
La Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional AACOP también se hizo eco de las crecientes consultas y publicó una carta a la comunidad para aclarar que «En ningún caso un coach ontológico profesional aconseja, ni asesora, ni indica, ni direcciona de manera alguna las conductas de las personas; tampoco define o establece los objetivos que las personas deben alcanzar o los resultados que deben generar».
En clara referencia al líder de ZOE también aclaran que «Desde este lugar, afirmamos que las personas señaladas en esos informes como profesionales del coaching no forman parte de la comunidad de profesionales Acreditados en nuestro país por esta Asociación ni de ninguna de las 52 Escuelas con Programa Avalado que forman profesionales del Coaching Ontológico en Argentina».