Me di un tiempo que no pensé que tenía y terminé como coautora de un libro que se hizo Best Seller en Amazon, superando uno de los más grandes desafíos que he afrontado en mi vida profesional.
El tema
No tenía idea si escribiría un cuento, si sería en base a hechos reales observados o si haría mi propia biografía, si contaría toda o parte de mi vida, si tocaría puntos de dolor del pasado o me enfocaría en visualizar el futuro. Incluso, llegué a pensar que alguien podría sentirse aludido por mis líneas.
Me animaba reconocer que lo que dejaría en esos párrafos, sería una experiencia que el lector capitalizaría para sí mismo, es decir, para tomarlo en su vida, para aplicarlo o para descartarlo. Yo pondría líneas iniciadas desde mi autenticidad, y el lector recibiría un mundo diferente al suyo, ya sea para aprender o para juzgarlo, eso no interesa, al final yo buscaba que lo disfrute.
Y pensé, una cosa es escribir, otra publicar. Y esa era mi decisión, así que tome un camino: publicar.
Las preguntas
Luego vinieron las preguntas: ¿A quién puede interesarle leerme? ¿Acaso soy un personaje público que despierta curiosidad? ¿Cómo me siento exponiendo mis sentimientos, pensamientos y hechos ante los demás?.
Y caí en cuenta que, dicho lector nunca sabría qué parte del relato era ficción o realidad, simple interpretación o un sueño puesto en el papel.
Nace una historia
Así nació Reflejos del Alma donde nueve coautoras pusimos nuestra experiencia de vidas diferentes.
No habría sido igual sin la comunidad que me acompañó. Ellos escucharon todos mis miedos, me motivaron a buscar el tema, me ilustraron en las bases de la redacción y, respaldaron de una forma muy profesional cada línea escrita por mí. Eso me dio mucha seguridad. Sabía que lo que estaba produciendo era de valor.
Escribir resultó ser una forma de conectar conmigo misma, y esa puesta de autenticidad personal era un camino al encuentro de la sanación. Pude escuchar mis pensamientos y abrirme a las emociones que me surgieron. Esto me regaló claridad.
Un proceso de sanación
Una vez que terminé, repasé muchas veces lo escrito e iba ajustando lo dicho a formas más objetivas de expresión. ¿Para quién quería claridad y objetividad?, y respondí… Para mí.
Y no era para menos, porque en esa autolectura, aparecieron mis creencias, mis miedos, mis juicios e interpretaciones, es decir mis cargas personales, y, me pregunté…” ¿Cuántos años más quiero cargar mi “maleta”?
Así fue, como escribir, una común práctica que aprendimos desde años escolares, se convirtió en herramienta de sanación y además me permitió descubrir una nutrida manera de devolverme a mí misma el reconocimiento de haber trabajado , en silencio, fluyendo para mi propia sanación.
Tengo claro que el próximo miedo o creencia que aparezca ante cualquier desafío personal o en el ejercicio de mi profesión, tendrá como contra tapa este logro, porque recordaré cuánto superé de mí misma y cómo lo que puse en esas líneas se entregó al servicio de la experiencia del lector.
Quien soy yo?
Soy Elsa Ojeda, peruana, siempre busco lo que me hace feliz y me llena de pasión realizarlo. En mi vida comunico, acompaño y valoro la autenticidad y el respeto. Por ello lo que viví de lo bueno lo comparto y te digo a ti, que me lees y tal vez estés curioso de conocer si puedes escribir, que recibas con mis palabras el aliento de una posibilidad totalmente real.
Lee también: Descubre el camino hacia tu 1er Best Seller