Desde que nacemos, nos vemos rodeados de situaciones, costumbres y creencias impuestas, hasta que, en la adolescencia, empezamos a forjar nuestro propio camino. No elegimos donde nacemos, ni el país ni el idioma que aprenderemos. Tampoco participamos en la elección de las creencias, ya que, al ser un infante, estas son escogidas por nuestros padres o personas a nuestro cuidado, sean religiosas, fantasiosas o de otra índole.
Entonces, podríamos decir que venimos “programados” con un software diseñado por otro. Por ello, desde el coaching buscamos desafiar esas creencias, esos acuerdos que están en nuestro disco rígido.
Cuatro Acuerdos para potenciar tu vida al máximo
Miguel Ángel Ruiz es un autor y orador mexicano reconocido por su libro “Los Cuatro Acuerdos”, el cual tiene más de 4 millones de copias vendidas alrededor del mundo. Y es en base a esta genial obra que desarrollaremos la nota que nos convoca.
A lo largo de nuestra existencia, hemos asentado cientos de acuerdos en nuestra mente y corazón. Acuerdos con nuestros padres, parejas, hijos, amigos y con la sociedad en general.
Esos acuerdos nos han definido como somos, nos han moldeado la personalidad. Ahora bien, si hay aspectos con los que no estamos cómodos, ¿podemos hacer algo?
El autor nos brinda la posibilidad de comenzar por cuatro acuerdos poderosos, para iniciar el camino del cambio y desarrollar nuestro mejor potencial como seres humanos. La invitación es a adoptar estos nuevos tratos, con el compromiso total de hacerlo para marcar una diferencia significativa para nuestra vida.
Primer acuerdo: “Sé impecable con tus palabras”
Este acuerdo es sumamente revelador. Las palabras que emitimos nos describen, le dicen al mundo (y a nosotros mismos), quienes somos. Por ello, es crucial que empleemos las palabras adecuadas. “Porque de la abundancia del corazón, habla la boca”, dice La Biblia en Lucas 6:45.
Debemos crear el acuerdo de ser impecables con nuestras palabras, primero con nosotros y posteriormente con los demás. Utilicemos nuestras palabras para crear puentes de comprensión, para regalar caricias al alma, para ver un mundo de abundancia. En ello somos absolutamente responsables.
Segundo acuerdo: “No tomes nada personal”
Recordemos la frase que dice “lo que Juan dice de Pedro, habla más de Juan que de Pedro”. Es fundamental que entendamos esto. Lo que una persona dice, hace y muestra, es producto de sus acuerdos personales, que ha guardado en su mente y corazón desde su nacimiento.
Cuando evitar tomarnos las cosas personalmente se convierta en un hábito, nos ahorraremos disgustos y malos momentos en la vida. Debemos ser conscientes y ponerlo en práctica, aunque a veces parezca difícil. La gente hace cosas, no nos hace cosas.
Tercer acuerdo: “No hagas suposiciones”
Naturalmente, tenemos la tendencia a hacer suposiciones sobre todo aspecto de la vida. Y el mayor problema radica en que, al hacerlas, creemos que lo que suponemos es cierto. Un circuito vicioso que se encadena así: hacemos una suposición, entendemos mal, nos lo tomamos personalmente, y terminamos haciendo un gran drama de algo que, muy posiblemente, era insignificante o no existía.
¿Cómo lo evitamos? Con el cimiento fuerte del coaching: las conversaciones. Debemos hablar y preguntar para erradicar cualquier malentendido. Debemos tener el valor de tener conversaciones incómodas, hasta el punto en que las cosas queden absolutamente claras, despojadas de cualquier suposición.
Para finalizar, queda un acuerdo más, que es el que permitirá que los tres anteriores se adhieran fuertemente a nuestro ser:
Cuarto acuerdo: “Haz siempre lo máximo que puedas”
Esta afirmación debe ser la que nos acompañe permanentemente, para poder incorporar todos los acuerdos. El coaching es una herramienta clave a la hora de descubrir nuestro potencial interno, a veces frenado por acuerdos erróneos o un software equivocado.
Si hacemos menos de lo que podemos, le abrimos la puerta a los reproches y frustraciones personales, lo que nos quita energía. En cambio, al hacer lo máximo a nuestro alcance, nos vitalizamos, lo que nos permite disfrutar más de nuestra vida.
Como mencionamos, al nacer no tuvimos la posibilidad de seleccionar ciertos acuerdos. Pero a partir de ahora, la decisión es nuestra. Tenemos que impulsar nuestra mejor versión, con mejores acuerdos.
El coaching puede ser el puntapié inicial para ello. ¡Los invitamos a descubrirlo!
POR MATÍAS SOSA MANCINI de NP DEPORTIVO para PRESSCOACHING