¿De que se trata esta práctica milenaria? Consiste en reprogramar tu mente para que puedas alcanzar todo aquello que te propongas. En este proceso buscamos pensamientos que nos ayuden a mejorar nuestro estado emocional y los vamos a repetir hasta hacerlos realidad.
En la web podemos encontrar diversas listas de afirmaciones positivas pero copiarlas puede que no nos resulte efectivo ya que el diseño de dichas afirmaciones es un proceso personal que esta ligado a las propias metas y objetivos. Puedo copiar el modo en que fueron redactadas e inspirarme para escribir las propias, pero hay aspectos que sólo uno mismo puede aportar a la hora de diseñarlas. Podemos decir que se trata de un arte que nos va a permitir controlar nuestra mente y por ende nuestros pensamientos.
Las Afirmaciones Positivas están ligadas a otra práctica que algunos coaches definimos cómo Diseño de Futuro. En esta lo que hacemos es definir con el mayor detalle posible el rumbo que queremos darle a nuestra vida; con objetivos, metas y acciones orientadas a ese destino al que queremos arribar.
Las neurociencias nos brindan cada día más explicaciones sobre lo que ocurre con los procesos mentales y porqué es posible modificarlos. Algunas de ellas podemos encontrarlas en los libros de Facundo Manes (Usar el cerebro, Editorial Planeta) o Estanislao Bachrach (En Cambio, Editorial Sudamericana), entre otros. En esta nota no pretendo profundizar en la explicación del “porqué podemos hacerlo” sino en “cómo podemos hacerlo”. En este sentido lo que debemos saber a la hora de redactar nuestras propias afirmaciones es lo siguiente:
Ser creíbles para mí: “Si crees que es posible, tienes razón. Si crees lo contrario, también” Palabras más palabras menos la famosa frase de Henry Ford hace referencia a que lo que creemos lo creamos. Por eso es muy importante que nuestras afirmaciones sean creíbles para nosotros. Pongamos como ejemplo que quieres ganar seguridad a la hora de patear penales. Tal vez repetir la frase “convierto el ciento por ciento de los penales que pateo” no te resulte creíble porque aún no tienes la suficiente seguridad. Entonces podrías comenzar a repetir la siguiente afirmación: “me siento cada día más seguro a la hora de patear penales” o una frase similar con tu propio vocabulario.
Ser asertivas: Un modo incorrecto sería: “no siento nervios cuando pateo tiros libres”; esto mismo de modo asertivo sería: “me siento seguro cuando pateo tiros libres”.
Ser redactadas en primera persona, utilizando el tiempo verbal presente o presente continuo: “Me siento…”; “Estoy logrando…”; “Estoy en proceso de…” son algunos ejemplos.
Debe tener un efecto emocional: Nadie mejor que nosotros mismos para saber que es lo que nos hacer vibrar o emocionar. Por este motivo no tiene sentido repetir afirmaciones positivas de otras personas. Lo que sentimos, lo que pensamos, hacemos e imaginamos, se convierte de inmediato en moléculas en nuestro cuerpo. Al operar en el lenguaje cambia nuestra fisiología. Con las palabras podemos herir o acariciar; destruir o crear. Somos seres emocionales y lingüísticos; nos constituimos como personas en el lenguaje gracias a su poder generativo. A través de esta práctica utilizamos ese poder para lograr todo aquello que queremos y deseamos.
Te invito a poner en practica las Afirmaciones Positivas para crear todo lo que quieras.