Hoy, más que nunca, el coaching cobra mayor importancia en la vida de las personas, así como en las organizaciones.
La importancia del Coaching Organizacional y Ejecutivo
Los actuales tiempos post COVID-19 nos han permitido materializar, de manera vívida, los entornos VICA -volátiles, inciertos, complejos y ambiguos- de los cuales ya se venía hablando a nivel empresarial desde inicios de este siglo, pero que eran, de alguna manera, etéreos o hasta desconocidos para muchos.
Lo que actualmente estamos viviendo, ha afectado a la gran mayoría de las personas, y de igual manera a los sectores empresariales y gobiernos, causando pérdidas económicas sin precedentes a nivel global; obligando a las compañías, en tiempo récord, a tener que adaptarse a constantes cambios que afectan la estrategia empresarial, generándose también, cambios significativos en la cultura y en el clima organizacional, ya que muchos de ellos están trabajando desde sus hogares, generándose una separación inesperada de los equipos al trabajar remotamente, lo que ha transformado los comportamientos del trabajo individual y colectivo.
La complejidad frente a lo que está ocurriendo se incrementa cada vez más, al dificultarse el poder leer las condiciones cambiantes del entorno y el no ajustarse rápidamente a ellas.
¿Cómo generar cambios ágiles?
La capacidad de generar cambios ágiles no solo tiene que ver con aspectos económicos, productivos y estratégicos, sino también con la capacidad de desarrollar la competencia emocional, tan requerida en estos momentos, así como el nivel óptimo, mental y físico para alcanzar objetivos e implementar ciertas tareas e innovaciones. Estamos enfrentándonos a una nueva forma de gestionar el recurso humano de las organizaciones.
Es allí donde el coaching ejecutivo y organizacional juegan un papel preponderante en estos tiempos; ya que operan como estrategia de acompañamiento, bajo un modelo reflexivo y creativo que maximiza el desarrollo del potencial personal y profesional de los líderes y sus equipos, así como de las empresas, con el fin de que estos puedan reflexionar y generar de manera autónoma, nuevas acciones frente a diversas situaciones que puedan afectarles en estos momentos, tales como: equilibrar o incrementar los resultados, aprender a generar procesos de innovación que sean realmente efectivos, desarrollar la competencia emocional y de esta manera poder ayudar a lidiar las emociones de los colaboradores, saber apoyar a colaboradores que han vivido situaciones de pérdidas de familiares o amigos por COVID-19, aprender a liderar adecuadamente los equipos en el teletrabajo, mantener la motivación y en engagement frente a tanta incertidumbre, adaptar el modelo de negocio a la crisis actual para que sea rentable, entre otros aspectos.
Es importante resaltar, que la situación global que estamos viviendo, ha llevado a que se eleven ostensiblemente los niveles de estrés laboral o síndrome de burnout. En el año 2019 lo padecían 7 de cada 10 trabajadores en algunos países, (según datos de la OMS), ni qué decir de cómo podemos estar ahora.
Las emociones de estos tiempos
Y es que es complejo para muchas personas el aprender a lidiar con emociones como la incertidumbre constante frente a un futuro incierto, el estrés fruto del trabajo excesivo con el fin de que las compañías puedan mitigar sus pérdidas para tratar de salir adelante. Hay un gran desconocimiento sobre como gestionar las emociones, y por eso la ansiedad, el miedo, la tristeza, la impotencia, la depresión y la frustración, se han convertido, en estos tiempos, en las emociones “de moda”, pero pocos saben cómo transformarlas.
A todo esto, se suma que el home office llego de imprevisto para quedarse, y a pesar de que ha sido una excelente opción para muchas empresas, otros anhelan volver a sus puestos de trabajo al interior de las compañías. Si tenemos en cuenta que la tasa de infectados sigue incrementándose, gran parte de los líderes y sus equipos, seguirán trabajando desde sus hogares, y a pesar de estar más adaptados, no ha sido fácil el aprender a lidiar con múltiples roles de manera simultánea, ya que el trabajo, la familia, las labores hogareñas y educativas se han visto entremezcladas, y esto ha incrementado el agotamiento en diversos niveles.
No sobra decir que se ha elevado la estadística de hogares disfuncionales en algunas regiones y esto se convierte en una carga más a la situación actual de toques de queda, nuevas cuarentenas, medidas de bioseguridad y distanciamiento social recurrentes, que permanecerán durante un largo tiempo. Muchos sueñan con volver al pasado y que todo sea como antes, pero eso en el corto y mediano tiempo no sucederá. Todos estos factores en sumatoria son difíciles de sobrellevar, ya que el cambio y la adaptación a lo que sucede no ha sido fácil y tampoco estábamos preparados para afrontarlo.
Considero que si los gobiernos, dedicaran en sus pensum escolares o universitarios, un tiempo para el desarrollo de la competencia emocional como asignatura, la situación seria diferente. Una población con inteligencia emocional bien desarrollada podría afrontar la crisis de mejor manera que una población que sufre de analfabetismo emocional. Por tal razón gran parte de la población mundial ha experimentado un sufrimiento excesivo a raíz de la pandemia, y muchos no han sabido sobrellevarla adecuadamente, generándose grandes afecciones a la salud física, emocional y mental. No sobra decir que esto va para largo, teniendo en cuenta las mutaciones que irá generando el virus, y como todo esto irá sumando a la gran incertidumbre que actualmente está reinando.
La pandemia nos ha enseñado que nuestra salud depende de la salud de los demás y que la salud de los demás depende de nuestra salud. En otras palabras, nuestro bienestar depende del bienestar de todos. No existen soluciones individuales a esta crisis sanitaria, económica y social, la solución debe ser colectiva.
De igual manera esta pandemia nos ha enseñado que los líderes actuales deben ser más humanos, ya que sus equipos necesitan sentir que ellos están ahí para acompañarlos, apoyarlos y desarrollarlos, motivándolos desde la confianza, creatividad y empatía. Estoy segura de que responderán desde la lealtad, el respeto y el compromiso generándose nuevas posibilidades de acción, que antes no se veían, tal y como lo promueve el coaching.
Son tiempos de un nuevo liderazgo en la era digital, donde se viva el propósito superior de las organizaciones y se inspire desde el ejemplo. La longanimidad debe ser una virtud que nos inspire a todos a la superación de la crisis sanitaria, económica y social que estamos viviendo. Estamos ad-portas de la quinta revolución industrial, y es imperante el aprender, como líderes, a conformar espacios colaborativos entre personas y cobots, poniendo en el centro las habilidades de las personas, delegando al robot las actividades más repetitivas, permitiendo de esta manera que los humanos seamos creativos, innovadores, intuitivos y aportemos valor a las empresas.
Los nuevos desafíos
Como podemos observar, nosotros, como especie, nunca habíamos enfrentado tantos desafíos en tan corto tiempo. Y gran parte de esos retos estarán en cabeza de los líderes y de sus equipos de trabajo, quienes tendrán que generar cambios drásticos y rápidos, que permitan la sustentabilidad de sus empresas para un futuro mejor.
Desarrollar la inteligencia colectiva requerirá de nuevas formas de aprendizaje y de acción. Para que el cambio ocurra los líderes necesitarán de un coach para conversar sobre lo que les está pasando, con el fin de ser escuchados, así como entrar en nuevos espacios de reflexión y aprendizaje de manera autónoma, donde puedan analizar si están alcanzando lo que desean, o que les impide alcanzar lo que tanto han soñado. Este profesional del coaching, a través de preguntas, conducirá a su coachee (cliente) a ver nuevas posibilidades de acción que antes no veía. Hay una infinita recursividad y creatividad al interior de cada ser humano. Un coach, sin lugar a duda, será la persona que te podrá apoyar en estos momentos llenos de grandes desafíos.
Por todo esto creo en la importancia del Coaching en este nuevo escenario post COVID 19.