Las personas que logran introducir, inducir y mostrar que pueden resolver quiebres, integrando habilidades, modificando modelos mentales, relacionándose con fluidez, con integridad y humildad, hacen diferencias positivas en las organizaciones.
Cuando actuamos en equipos de trabajo en las organizaciones, es recomendable que nuestro liderazgo personal sea desde el mostrar y desde el estar al servicio del equipo y de sus objetivos, metas y resultados, que es equivalente a hacer que las cosas pasen, en la inter relación de las personas y orientado a producir esos resultados buscados.
Los diferentes estilos de liderazgo generan condicionamientos en el comportamiento de los demás miembros del sistema. Sabemos que pertenecemos a sistemas y generamos relaciones sistémicas. Sabemos que los sistemas deberán generar lo que necesitan para ser eficientes y Nada de lo que hacemos o de lo que no hacemos es inocente. Por ejemplo, si como líder te encuentras quejándote de algo metodológico o de los resultados de tu equipo, tendrás una muestra de lo que carece tu liderazgo dentro de ese sistema, si le estás dando excesiva atención a un paso, estación o quiebre, tal vez estarás perdiendo de vista el horizonte de los resultados
¿De qué te hablan los comportamientos personales y de tu equipo?
De lo más básico, los humanos tenemos un origen biológico celular común y nos encontramos permanentemente en la necesidad de señalar o buscar diferencias entre nosotros, el desafío de nuestras disciplinas, técnicas e intervenciones tiene que ver con generar acuerdos y propuestas superadoras, aún desde las diferencias, y con la premisa de ganar-ganar con poner el énfasis en unir nuestras coincidencias en un origen y un destino en común, que en el caso de nuestros de equipos de trabajo serían los objetivos, metas y formas de medición, que el equipo haya acordado.
Esas partes, se encuentran formando un todo como en un sistema gravitacional, en donde las masas están sometidas a fuerzas de atracción y de repulsión, cuya sumatoria vectorial deberá ser nula para mantenernos en equilibrio, mientras ejercen fuerzas de atracción y de repulsión entre si. Esa aparente equilibrio estático, generará la aceleración de las coincidencias, que nos llevaran adelante hacia los resultados. En el sistema humano son las ideas, la creatividad involucrada en los acuerdos y en los métodos a aplicar, lo que nos permitiría lograr resultados diferentes.
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Las ideas no son realidades, lo sabemos, si logramos verlo e imaginarlo, estaremos interpretando la probable y futura realidad, dado que los humanos vivimos inmersos en mundos interpretativos y la realidad no es como es, es apenas como la interpretamos o como la vemos. Sabemos que nada es verdad por más convencidos que estemos de que algo lo es, es simplemente una mirada interpretativa y una visión personal de esa realidad, lo que estamos viendo.
Hace poquísimos días finalizó la última copa del mundo de futbol, si pudiéramos quedarnos con un estilo de trabajo y de liderazgo, como para ilustrar lo que hemos estado compartiendo en los párrafos anteriores, prefiero quedarme con el equipo francés, campeón del mundo. Lograron trabajar estrategias en el campo sobre tácticas acordadas en un pizarrón, dando lo mejor de cada uno desde lo físico y el compromiso con los resultados y mostrando como la diversidad étnica, cultural, social y tal vez hasta económica de origen fue superada acordando desde lo diferente, desde lo distinto y mostrando un liderazgo personal y colectivo maravillosos
Sobre el autor:
Rolf Herman Huber es ingeniero civil y técnico superior en marketing y en plásticos industriales, con 30 años de experiencia en gestión y organización de procesos en diferentes industrias. Master y trainer en Neurolingüística y Coach ontológico y organizacional, disertante, capacitador y consultor de optimización de procesos y especialista en relaciones y mejoras del clima y ambiente laboral