Por Norma Perel
El origen del término Psicoterapia, como su nombre lo indica, «tratamiento de la psiquis», está en la idea de «curar» la psiquis. Esto implica un sentido médico, vinculado con la enfermedad, con los síntomas y los signos. Por eso en Psicoterapia se dice que se atiende a «pacientes», o sea, a los que padecen.
Las psicoterapias de origen positivista o de base psicoanalítica, generalmente parten de un diagnóstico que determina el tratamiento a seguir y sus objetivos. El terapeuta determina qué pasos o etapas se darán en la terapia, y diseña las intervenciones o estrategias para lograr las metas del tratamiento. Con frecuencia, es el terapeuta quien da de alta al paciente o decide cuándo debe terminar la terapia. Autores como Peterson y Seligman, creadores de la Psicología Positiva, critican esta postura y subrayan que «históricamente, el lenguaje de la Psicoterapia ha sido un lenguaje de déficit y de patología, y la terapia como una tecnología para ‘componer’ personas defectuosas», y también expresan su preocupación «por los efectos negativos que los diagnósticos psicopatológicos pueden tener sobre las personas». El Coaching adhiere a esta preocupación por la atención excesiva sobre el déficit y la patología, diferenciándose de este modo de las psicoterapias positivistas.
Escenario actual. Psicoterapias posmodernas
Hay un grupo de psicoterapias posmodernas, cuyas bases epistemológicas no se diferencian del Coaching. Se trata de técnicas coetáneas, desarrolladas durante el último cuarto del siglo XX.
Margarita Tarragona Sáez, en su obra llamada Psicología conductual, escribe un artículo sobre tres tipos de terapias posmodernas que se apoyan sobre premisas filosóficas comunes
Estas premisas, que son compartidas por el Coaching Ontológico, son pilares de la teoría según la cual la terapia es un proceso conversacional, en el que clientes y terapeutas co-construyen nuevos significados, historias alternativas, posibilidades y soluciones.
JohnFriedman, en su texto Una breve introducción a las terapias posmodernas, publicado en 1996, describe a los terapeutas constructivos de la siguiente manera:
- Creen en una realidad construida socialmente.
- Enfatizan la naturaleza reflexiva de la relación terapéutica en la que el cliente y el terapeuta co-construyen significados mediante el diálogo o la conversación.
- Se mantienen empáticos y respetuosos ante el predicamento del cliente y creen en la capacidad de la conversación terapéutica para liberar aquellas voces e historias que han sido suprimidas, ignoradas o no tomadas en cuenta previamente.
- Se alejan de las distinciones jerárquicas hacia una oferta de ideas más igualitaria en la que se respetan las diferencias.
- Co-construyen los objetivos y negocian la dirección de la terapia, colocando al cliente en el “asiento del conductor”, como experto en sus propios predicamentos y dilemas.
- Buscan y amplifican las habilidades, fortalezas y recursos y evitan ser detectives de la patología o rectificar distinciones diagnósticas rígidas.
- Evitan utilizar un vocabulario de déficit y disfunción, reemplazando la jerga de la patología (y la distancia) por el lenguaje cotidiano.
- Están orientados hacia el futuro y son optimistas respecto al cambio.
Estas corrientes psicoterapéuticas posmodernas y el Coaching surgen como una alternativa al modelo determinista, reduccionista, tanto del Conductismo como del Psicoanálisis.
Su objetivo es el desarrollo de las potencialidades y la autorrealización del ser humano, y tienen como exponentes más representativos a la Terapia Gestáltica, de Fritz Perls, la Terapia Centrada en el Cliente, de Carl Rogers, y la Logoterapia, de Victor Frankl. Estas metodologías dan preeminencia a una visión integradora y holística del ser humano, y desarrollan temas vinculados a la responsabilidad, la libertad, la autenticidad, la autodeterminación, la dimensión espiritual y el sentido de la vida
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Sobre la autora:
La Lic. Norma Perel es Máster Coach Certificada por la ICF. Tiene una Certificación como Mentor Coach y otra Certificación como Supervisora. Experiencia en Mentor Coaching grupal e individual aplicando las competencias de coaching de la ICF para lograr la acreditación internacional. Publicó junto a Damian Goldvarg el libro “Competencias de Coaching aplicadas”. Con estándares internacionales (2012) y “Mentor coaching en acción”. Feedback efectivo para un coaching exitoso (2016).
Tiene como objetivo “profesionalizar” la actividad del coaching para lograr una mayor eficiencia y desarrollo personal, laboral y organizacional.
Recibió la Mención Liderex: Líder de excelencia otorgada por el Instituto Internacional de Liderazgo por su contribución al coaching en Argentina y Latinoamérica y una mención por su aporte al Capítulo Argentino de la Federación Internacional de Coaching como Directora de Educación Continua.
Desde 2014 co-coordina con Damián Goldvarg grupos de Certificación para Mentor Coaches en forma virtual para toda Latino América y España y se ha publicado el libro “Mentor Coaching en acción”, sobre esta experiencia con la colaboración de participantes de dichos grupos. Es también co autora de “El Coaching un mundo de posibilidades” (2017) de Ediciones Granica.